LA PASIÓN DEL POBRE
En el
mensaje que SS. El Papa Francisco nos lanza para esta Cuaresma podemos observar que no se para tanto en la
Pasión de Cristo y si en pa pasión, en el sufrimiento y muerte, en muchas
ocasiones, de esos pobres que genera nuestra sociedad. Una civilización que
orientada el consumo, de querer tener más vive sin importarle las consecuencias
que provoca a quienes nos rodean.
Los pobres
están junto a nosotros y viéndoles crucificados en su pobreza, pasamos de largo
dejándoles que, solos, carguen con esa cruz a la que el resto de la sociedad
les ha clavado pisoteando su dignidad y despojándoles
de toda esperanza. No sentimos, como seguidores de Cristo, que estamos
obligados a acercarnos a ellos, tocarles y hacernos cargo de esa denigrante
situación procurando los medios que alivien sus sufrimientos.
En su
mensaje, El Papa nos dice: “Queridos hermanos y hermanas, que este tiempo de
Cuaresma encuentre a toda la Iglesia dispuesta y solicita a la hora de
testimoniar, a cuantos viven en la miseria, el mensaje evangélico que se resume
en el amor al Padre misericordioso, listo para abrazar en Cristo a cada
persona. Podemos hacerlo en la medida en que nos conformemos en Cristo, que se
hizo pobre y nos enriqueció con su pobreza. La Cuaresma es un tiempo adecuado
para despojarse; y nos hará preguntarnos de que podemos privarnos a fin de
ayudar y enriquecer a otros con nuestra pobreza. No olvidemos que LA VERDADER
POBREZA DUELE: no sería válido un despojo sin esta dimensión penitencial.
Desconfío de la limosna que no cuesta y duele”-(Mensaje de S.S el Papa)
No podemos
olvidar que, por nuestra condición de cristianos, estamos llamados a ser misericordiosos y por tanto a ejercer
la misericordia.
Nazcamos de
nuevo a una “nueva vida” que sea bálsamo, esperanza y alegría para esos
hermanos que hoy vemos clavados en la cruz de la pobreza, el olvido y, en
muchas ocasiones, el desprecio de buena parte de esta realidad que nos ha
tocado vivir. Ellos son el OTRO CRISTO ENTRE NOSOTROS.
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